Empecé a vueltas con esta foto, y después de bastante tiempo conseguí la imagen que os muestro. Me llevó su tiempo trabajar los tonos pero, al final, quedé conforme dando por bueno el tiempo empleado en el retoque. Es de esas imágenes a las que se le puede asociar una historia. La estatua oscura está realmente en otro plano; luego hay un duplicado de esa misma imagen que acomodé convenientemente sobre el banco, buscando un doble impacto de soledad compartida.La otra foto es una imagen HDR del río Segura a su paso por Murcia. Salud
4 comentarios:
... En la otra punta de mi banco alguien se había sentado. Yo hubiera preferido estar solo, pero no quise levantarme enseguida para no mostrarme incivil.
...Si esta mañana y este encuentro son sueños, cada uno tiene que pensar que el soñador es él... Al fin y al cabo, al recordarse, no hay persona que no se encuentre consigo misma. Es lo que nos está pasando, salvo que somos dos.
...Nos despedimos sin habernos tocado. Al día siguiente no fui. El otro tampoco habría ido. He cavilado mucho sobre este encuentro. Creo haber descubierto la clave. El encuentro fue real, pero el otro conversó conmigo en un sueño y fue así que pudo olvidarme; yo conversé con él en la vigilia y todavía me atormenta el recuredo.
"El otro". Borges.
Acostumbramos a acorazarnos ante los demás y puede que esto nos haga sentirnos solos y apesadumbrados, como estos de piedra. Me quedo con la otra foto que me resulta menos inquietante... Más que sardina ¿de río? parece una ballena como aquella que se tragó a Jonás. Muy bonita.
Saludos
Gracias por tu comentario alterega. Lo cierto es que la foto del banco es bastante borgiana. Cuando estaba editándola no tardé en darme cuenta que de ella podrían desprenderse varias historias. Un abrazo
Angel, con esa postura me das miedo… turbación, desasosiego, desconfianza; y produce pavor, cerote, julepe, intimidación... tío, ten cuidado.
Nada, si solo era para que tengas mi mail…
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